sábado, 2 de octubre de 2010

¿Cómo el oficialismo con menos votos obtuvo más diputados en Venezuela?


En este artículo que publicó Prodavinci.com se analiza el complejo conjunto de reglas electorales que condujeron a que el oficialismo obtuviera cerca de 60% de los escaños en las recientes elecciones legislativas con 49% de los votos

Muchos analistas consideran que “la manipulación de los circuitos electorales” fue la razón principal por la que el Partido Socialista Unido de Venezuela obtuvo el 60% de los diputados con solamente el 49% de los votos.

Sin embargo, el profesor Francisco J. Monaldi (UCAB/IESA), en el siguiente análisis, concluye que existen dos razones adicionales que tienen más peso que la dicha manipulación.

A continuación el artículo de Francisco J. Monaldi que reseñó Prodavinci.com

En este artículo se analiza el complejo conjunto de reglas electorales que condujeron a que el oficialismo obtuviera cerca de 60% de los escaños en las recientes elecciones legislativas con 49% de los votos. En particular, se analizan tres elementos clave que afectan la proporcionalidad del sistema: la sobrerrepresentación de los estados más despoblados del país en la Asamblea Nacional, un sistema que es cada vez menos proporcional para convertirse en mayoritario, y en menor medida, la manipulación de los circuitos electorales.

Francisco J. Monaldi

Como estaba previsto, las elecciones legislativas de 2010 resultaron en una sobrerrepresentación importante del oficialismo en la Asamblea Nacional: 49% de los votos obtenidos por el oficialismo a nivel nacional se tradujeron en cerca de 60% de los escaños. Este hecho ha suscitado una gran controversia en el país porque se percibe como poco razonable e injusto que los opositores al gobierno, obteniendo una mayoría en el voto total, tengan 31 diputados menos. Sin embargo la discusión al respecto ha adolecido de imprecisiones y manipulaciones de parte y parte que hace falta aclarar, permitiendo así comprender cuáles elementos del sistema electoral debemos reformar para hacerlo más razonable y equitativo.

Para empezar, es necesario destacar que ésta es la primera elección legislativa en que el sistema electoral venezolano ha dejado de ser proporcional y se puede considerar claramente como un sistema mayoritario, en que “el ganador se lo lleva todo”, violando abiertamente el principio de representación proporcional establecido en la Constitución de 1999. Venezuela tiene ahora uno de los sistemas más desproporcionales de América Latina y a nivel global, fuera del mundo anglosajón. Esto ha sido chocante para un pueblo como el venezolano acostumbrado por décadas a un sistema proporcional.

Se ha atribuido la sobrerrepresentación del oficialismo a la manipulación de las circuitos electorales realizada por el CNE oficialista en base a la nueva ley electoral, conocida por el termino gerrymandering en inglés. Sin embargo, es importante entender que si bien la manipulación de circuitos le quitó diputados a la oposición en algunos estados, su efecto neto sobre el número de diputados a nivel nacional fue irrelevante. De manera que la fuente de la diferencia de 31 diputados no fue el gerrymandering.

Más aún, sin la presencia de otros elementos generadores de sobrerrepresentación, el gerrymandering no tiene ni siquiera un efecto relevante a nivel estadal. Es decir no afecta generalmente el número de diputados por estado. Pasemos entonces a analizar en orden de importancia los factores que alejan al sistema electoral venezolano de la proporcionalidad entre votos y escaños.

Sobrerrepresentación de los estados menos poblados

En primer lugar, hay que destacar la sobrerrepresentación de los estados más despoblados del país en la Asamblea Nacional (fenómeno conocido como malapportionment en inglés). En estos estados, con la excepción de Nueva Esparta, domina ampliamente el oficialismo. Un voto en Delta Amacuro vale casi seis veces más que un voto en el estado Miranda o Zulia, un voto en Monagas vale casi tres veces más que un voto en Distrito Capital o Carabobo; y un voto en Portuguesa casi el doble que en un voto en los estados con mayor población (ver gráfico abajo).

El origen de esta absurda sobrerrepresentación no es el CNE o la reciente ley electoral, sino la Constitución de 1999. Como compensación a la eliminación del Senado en el cual estaban igualmente representados todos los estados del país, la Asamblea Constituyente decidió que en la nueva legislatura unicameral cada estado tendría 3 diputados independientemente de la población que poseyeran. Por eso, Delta Amacuro tiene 4 diputados con apenas 100 mil electores y Miranda tiene solo 12 con más de 1 millón 700 mil. Es decir que con 17 veces más población electoral, Miranda solo tiene 3 veces más diputados. El malapportionment por si solo explica buena parte de la diferencia de escaños. Aún con un sistema proporcional daría una ventaja importante al oficialismo. Pero como veremos puede ver potenciado por el sistema mayoritario (y por el gerrymandering que este sistema hace posible).

Es importante destacar que si bien en nuestro antiguo Senado había un alto nivel de malappportionment, como es común en las cámaras territoriales de los países federales, esto no se traducía en una significativa sobrerrepresentación de Acción Democrática, el partido mayoritario en casi todos los estados más despoblados. La razón es que en el Senado venezolano, como el actual Congreso chileno, todos los senadores se elegían en circuitos binominales (los estados) con representación proporcional, es decir que para que un partido obtuviera los dos senadores del estado tenía que más que duplicar al siguiente partido en votos. De hecho, tomando los votos lista que sacaron las alianzas en esta elección de 2010, un hipotético Senado hubiese quedado con 24 Senadores oficialistas y 22 de oposición (21 MUD y 1 PPT), es decir que el 49% de votos oficialistas se hubiera traducido en 52% de los escaños. La pequeña ventaja del oficialismo se originaría en que más que duplico la votación de la oposición en Delta Amacuro y por eso se llevarían los dos senadores de ese estado.

De proporcional a mayoritario

En segundo lugar, el sistema electoral, como dijimos, dejó de ser proporcional para convertirse en mayoritario, y ese hecho, combinado con el punto anterior, es lo que genera la mayor diferencia entre votos y escaños en nuestro sistema electoral. En un sistema proporcional puro el porcentaje de votos se parece al de escaños.

Por ejemplo, en el Distrito Capital en que se eligen 10 diputados, la Unidad saco una ligera ventaja en votos sobre el oficialismo (con más de 47% de los votos cada uno). Eso implicaría que en un sistema proporcional cada alianza hubiese obtenido 5 de los 10 diputados. Pero como el sistema en esta elección dejó de ser proporcional el oficialismo pudo obtener 7 de los 10 diputados (70%), 6 de los 7 nominales, aún perdiendo el voto total en el Distrito Capital. Es importante entender por qué.

En el sistema mixto como el que se ha usado en Venezuela desde 1993 una parte de los diputados se elige nominalmente por mayoría simple y una parte se elige proporcionalmente por lista. Dos cambios hicieron que a este sistema mixto, inicialmente proporcional, lo transformarán en un sistema claramente mayoritario.

El primero es la eliminación de la proporcionalidad global del sistema. En elecciones anteriores, los diputados nominales obtenidos por un partido o alianza se tomaban en cuenta para la distribución de los diputados por lista. Por ejemplo, volvamos a nuestro caso del Distrito Capital. Como el oficialismo saco 47% de los votos y obtuvo 6 de los 7 diputados nominales (60% de los 10), no le correspondería ningún diputado adicional por lista. A la oposición le corresponderían los 3 diputados por lista para compensar que no llego a los 5 diputados que le corresponderían proporcionalmente. Quedaría entonces el oficialismo con 6 (60%) y la oposición con 4 (40%), todavía sobrerrepresentado al oficialismo pero no tanto como quedó en la realidad (70% a 30%). Al eliminar el vínculo entre los votos nominales y de lista, se exacerbó el carácter mayoritario del sistema electoral.

Esto nos trae a la segunda importante razón por la que el sistema dejó de ser proporcional, el incremento de la proporción de diputados nominales elegidos por mayoría y la consecuente disminución de los electos proporcionalmente por lista. En su versión original el sistema mixto establecía que 40% de los diputados se elegían nominalmente y el resto por lista. Este porcentaje fue sucesivamente elevado a 50%, luego a 60%, hasta llegar a 70% en esta última elección. En la medida que se aumentó el porcentaje de diputados nominales se incrementó al carácter mayoritario del sistema. Volvamos al ejemplo del Distrito Capital.

Supongamos que, como era en el pasado, 5 diputados se eligiesen nominalmente y 5 por lista. Supongamos, como ocurrió en la reciente elección, el oficialismo ganase todos menos uno de los escaños nominales (4 en este caso). A la oposición en este caso le asignarían 4 de los 5 de lista, si hubiera proporcionalidad global, con lo que quedaría 5 a 5. Es decir que 47% de los votos para cada partido se traduciría en 50% de los escaños, como en un sistema proporcional puro. Si lo analizamos incorporando la eliminación de la proporcionalidad global, a la oposición le hubieran tocado 4 de los 10 diputados.

De hecho el sistema electoral también sobrerrepresentó a la oposición en algunos estados como Anzoátegui, Táchira y Zulia, compensando parcialmente la sobrerrepresentación nacional del oficialismo. De hecho, la oposición sacó más porcentaje de votos en Miranda, donde sacó la mitad de los diputados, que en Zulia, donde sacó 12 de 15 (80% de los diputados). Sin embargo, como el oficialismo es mayoría en muchos estados despoblados que, como explicamos antes, eligen más diputados por elector; la mayoría de la oposición en unos pocos estados muy poblados no puede compensar completamente a la sobrerrepresentación del oficialismo.

Otro ejemplo de los efectos perversos del sistema mayoritario, es que el PPT sacando el 28% de los votos en el estado Lara no haya obtenido ningún diputado. Una minoría muy importante quedo entonces sin representación en ese estado. La división de la oposición entre MUD y PPT les costó a la oposición 5 diputados que se llevó el PSUV. Pero si el sistema fuese proporcional todos hubieran obtenido diputados en proporciones similares a sus votos.

La combinación de la sobrerrepresentación de los estados más despoblados con la transformación del sistema proporcional en uno mayoritario, constituye entonces la fuente fundamental de la diferencia entre votos y escaños a nivela nacional. De hecho, hay escenarios en que la sobrerrepresentación del oficialismo, provocada por ésta combinación de factores, hubiese podido ser mucho mayor. Si el oficialismo hubiese obtenido 55% de los votos, hubiese podido obtener más de 75% de los diputados. En cambio si la oposición hubiese sacado 55%, es posible que ni siquiera hubiese obtenido la mayoría absoluta en la Asamblea.


Descargue el análisis aquí: Entendiendo el sistema electoral

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