lunes, 31 de marzo de 2014

El ser profesional del docente venezolano

La definición del ser profesional del docente impone una revisión de la naturaleza del trabajo docente, ahora diseñado de una manera burocrática y especializada, hacia la búsqueda de un profesional que fundamente su actuación en un cuerpo sistemático de conocimiento, sistema de normas de autonomía, altruismo y sentido comunitario, sentido de autoridad básica sobre los usuarios de su profesión, una cultura ocupacional clara, fuerte y distintiva, y en la legitimación de la sociedad y las leyes.

El tiempo de dedicación de la docencia, que sigue siendo de menor extensión que el de otras profesiones de la sociedad, sólo se corresponde con el que se dedica a las tareas de atención a los estudiantes en el aula de clase sin considerar momentos laborales para la planificación el estudio y la actualización, atención personalizada a los estudiantes y a la comunidad. Es evidente que el rediseño de la profesión docente debe considerar el reconocimiento e integración de estos aspectos a la jornada laboral integrada.

La docencia de excelencia integraría todas estas tareas y funciones que van más allá del tiempo del salón de clase. Adicionalmente, son muchas las características que definen al buen docente. Un buen docente tiene comúnmente un excelente historial de estudiante; se interesa por las ideas y opiniones de sus estudiantes, se siente comprometido con las tareas de educar, aprender y enseñar, son afectuosos y son arriesgados ante la aventura del conocimiento. Este docente es producto de la formación profesional.

Pero, la formación profesional del docente aún sigue el camino del convencionalismo y no se dirige a fortalecer ni a destacar las características de un docente de excelencia, experto en el hacer, seguro en su ser y competente en el proceso de conocer. La formación de pregrado ha quedado estancada demasiado confiada en la academia del aula de clase universitaria y en las comodidades de la discusión teórica colectiva. Sin percatarse de las potencialidades de la formación en la acción y de la tutoría de maestros y profesores de experiencia.

La docencia es una función compleja y complicada que va más allá del aula de clase de la escuela. Esta contiene un conjunto de acciones organizadas que propenden a la generación de experiencias de aprendizaje, que requieren de un acompañamiento permanente del estudiante alrededor del conocimiento organizado y de la realidad. El proceso de enseñar y aprender está asociado a la escuela y al docente. Esta asociación ha expandido el sistema escolar y con ello la necesidad de docentes en el sistema. Tal necesidad no ha sido cubierta adecuadamente durante mucho tiempo, generándose un déficit importante de docentes profesionales, sobre todo en el medio rural, zonas indígenas y fronterizas.

Las condiciones generales bajo las cuales se ejerce la docencia son hoy mucho más dinámicas y variables. Nuevos programas, propuestas, indagaciones y teorías estimulan cambios en la enseñanza y en el aprendizaje. Sin embargo los beneficios sociales, el diseño del trabajo y el contexto organizacional de vida del docente aun siguen en discusión.

No hay dudas de que la educación mundial en general y la venezolana en lo particular, viven momentos importantes marcados por un interés creciente de los Estados y de otras organizaciones sociales públicas y privadas en reformas y adecuaciones con el propósitos de atender las críticas sobre las deficiencias y deformaciones de los sistemas educativos y de la escuela. En las propuestas de reforma destaca el papel del docente profesional en la conducción de la educación formal y no formal, en virtud de las exigencias técnicas, científicas y éticas que plantea la educación del presente y del futuro.

La docencia profesional está comprometida con los retos del conocimiento y las exigencias de la cultura: la formación cognitiva y ética de los más jóvenes. Pero esto no es suficiente para adquirir el estatus profesional. El estatus profesional de una ocupación se adquiere cuando ésta se identifica con un cuerpo general y especializado de conocimientos, sistemas de normas de autonomía, de altruismo y sentido de comunidad y de autoridad sobre los usuarios, así como la posesión de una cultura ocupacional clara y del reconocimiento de la comunidad/sociedad.

Nuestros estudios muestran que la ocupación docente tiene un estatus profesional muy débil que la acerca, en el mejor de los casos, a la categoría de una semi-profesión, a pesar de la consideración de las leyes y los reglamentos del ejercicio de la educación.

1. ¿Cuales son las características que debe poseer el profesional para el correcto desempeño de la labor docente?

2. ¿Cuales son las desventajas en el sistema educativo que impiden un óptimo desempeño de la labor docente?

3. Según el análisis de la lectura ¿que cambios en materia académica y laboral deberían aplicarse para lograr la correcta formación y desempeño docente?

lunes, 24 de marzo de 2014

Docente: Constructor de la sociedad



Guía, formador, amigo, modelo, orientador, ejemplo a seguir, son algunos de los adjetivos que sirven para calificar a quienes día a día dan lo mejor de sí para construir el futuro de la nación, enseñando y formando integralmente al patrimonio más preciado de un país: sus niños, adolescentes y jóvenes.

Por Juan Carlos Rico

Ser educador, para muchos, consiste en impartir una gama de conocimientos y materias establecidas en un pénsum curricular. Sin embargo, para los protagonistas de esta labor, educar no se limita sólo a cumplir con objetivos académicos sino, a la par de ello, formar integralmente a los ciudadanos.

Para ello, se conjugan tanto el desarrollo integral de las capacidades como el aspecto humano del ciudadano, mediante de valores que le permiten aportar aspectos positivos a la sociedad y a sus semejantes.

En esto coinciden varios educadores al ser abordados sobre el tema de su profesión como transformadores y modeladores de sociedad. Todos destacan que el aporte de la tarea que realizan resulta fundamental para el desarrollo del país, pues de ello depende la construcción de un futuro mejor. 

Coinciden en que aún cuando existen valores que son inculcados en el ámbito familiar, los docentes tienen la responsabilidad de forjar las capacidades e intereses de sus alumnos, a través de la orientación de sus vocaciones, con el propósito de que logre desenvolverse de manera exitosa a lo largo de su vida.

Asimismo, refieren que el papel de los maestros en la sociedad actual, está orientado hacia la formación del hombre integral. Destacan que su tarea va más allá de impartir conocimientos a los alumnos: incluye reforzar los valores aprendidos en sus hogares y enseñarles valores nuevos que les permitan desarrollarse en armonía con sus semejantes.

“El docente construye el futuro de un país, de una nación. Sin educación no hay esperanzas de una vida mejor”. Así lo resume una de las docentes entrevistadas.

Constructores de patria
Para la docente Yarenis Chiquín, quien imparte la materia de Castellano y Literatura en el Liceo Pedro Emilio Coll, ubicado en la parroquia Coche, en Caracas, ser educador es una tarea que aunque está llena de muchas satisfacciones, resulta bastante difícil y ardua.

“Nosotros tenemos que hacer un poquito de papás, de psicólogos, de amigos, de orientadores, tratar de inculcar la disciplina. Pero aparte de eso, por supuesto, también tenemos que impartir conocimientos y enseñanzas claves para que el alumno se desenvuelva a lo largo de su vida exitosamente. Es también, orientar la vocación del alumno, más allá de la materia que nos toca impartir”, explica la docente. 

Chiquín considera que es necesario ir más allá para lograr influir de manera positiva en las vidas y en las decisiones que a futuro tomarán estas personas, ello para procurar no sólo el beneficio de los alumnos sino también el de la sociedad.

“Nuestra labor debe ir más allá, porque si te limitas únicamente a impartir objetivos eres un comunicador de información, un facilitador. Cuando eres educador estás tratando de formar también, siempre debes ir un poco más allá", advierte. 

La docente agrega que muchas veces se establecen conexiones especiales con los alumnos, lo cual permite a los educadores influir de manera positiva en sus vidas. 

"Compartes sus intereses, los incentivas, y el día de mañana ves que están haciendo que a ellos les gusta, algo útil, algo por el país. Eso es una satisfacción enorme. Se siente como cuando vez a un hijo obtener logros y te das cuenta que tú contribuiste de alguna manera en ello”, dijo.

Por su parte, para Karina Sosa, maestra de sexto grado en la Unidad Educativa Rafael Arevalo González, ubicada en la parroquia Río Chico del estado Miranda, ser docente es un reto y una tarea cuya aporte principal radica en la formación de ese ser humano útil a la sociedad y a sus semejantes.

“Es llevar de la mano al individuo, orientarlo y guiarlo por el buen camino. Además, es reforzar esa formación que ellos reciben en sus hogares. Uno trata de ayudarlos. Educar no es solamente abordar las áreas académicas, sino también ir más allá: formar en valores”, sostuvo.

El principal orgullo que esta docente expresa, es conseguirse con quienes una vez fueron sus alumnos y saber que están en diferentes roles aportando su grano de arena a la sociedad.

“Tuve alumnos que hoy son policías, incluso he llegado a lugares de asistencia médica y me he conseguido con alumnos que son médicos, enfermeras. Y significa tanto para uno que todavía te saludan, te recuerden. Uno siente que es parte de esos logros”, enfatizó.

Sosa destacó que otro aspecto gratificante de su carrera es notar que aunque algunos de los estudiantes no alcancen maestrías ni obtengan una licenciatura “son hombres y mujeres de bien, formados con valores, trabajadores del pueblo”.

Esta docente barloventeña, manifiesta con énfasis que el papel de los docentes en la sociedad actual, está orientado hacia la formación del hombre integral.

“Nada hace una persona con saber matemática, física y química y como persona no tiene nada, no tiene valores. El nuevo diseño curricular abarca una formación integral y es hacia allá que tenemos que apuntar los educadores. Cuando explotas conjuntamente la educación, el conocimiento y valores en el hombre, éste tiene las puertas y ventanas abiertas en todos lados”, acotó.

Por su parte, Yuribel Salcedo, Profesora de Biología y Química, del liceo Las Mercedes, en Río Chico, estado Miranda, considera que su papel como educadora, es fundamental. 

“Nosotros tenemos un papel importante en la sociedad y nuestro aporte es fundamental, pues somos un ejemplo a seguir tanto en el aspecto de los conocimientos como en lo personal. Nuestra labor va más allá de impartir materias. Somos docentes en la casa, en la escuela, en el centro comercial, en la playa, en todo momento. Nunca te apartas ni te divides de tu carrera y tu vida personal”, refirió.


Ley Organica de Educación
La Ley Orgánica Educación desarrolla los principios y valores rectores, derechos, garantías y deberes en educación, que asume el Estado Docente como función indeclinable y de máximo interés, de acuerdo con los principios constitucionales.

Este normativa está orientada por valores éticos y humanistas para lograr la transformación social en el país y dicta las bases organizativas y de funcionamiento del Sistema Educativo de la República Bolivariana de Venezuela.

Establece que la educación en el país debe ser pública y social, obligatoria, gratuita, de calidad, permanente, con pertinencia social, creativa, artística, innovadora, crítica, pluricultural, multiétnica, intercultural y plurilingüe.

Plantea que el Sistema Educativo Nacional es uno sólo, con dos subsistemas: El subsistema de educación Básica y el de Educación Universitaria.

La perspectiva que asume la LOE, de una educación liberadora, comprometida con la transformación social, la interculturalidad y la participación protagónica del pueblo, es producto de la reflexión y los profundos debates desarrollados a lo largo de diez años.